21 septiembre 2008

Te quiero, nena

-Te quiero, nena, te quiero.
El loro repetía la frase una y otra vez.
Era la última que había oído en la voz de Él.
Daba cortos pasitos sobre el barrote de la jaula y chapurreaba: "Te quiero, te quiero nena, te quiero"
Inclinaba la cabeza dirigiendo la vista al suelo.
Hacia el cuerpo de Ella, que yacía inmóvil en la alfombra sobre una gran mancha roja.