14 noviembre 2008

Bestiario

I
Impaciente
me clavo
en la inocente hoja
que nada sabe aún
de garabatos tristes.
Rasgo y rasgo el papel
hasta hacer daño.
Hasta sangrar la coma
y el punto suspensivo.
En la gota más roja,
se relame el vampiro.
II
En algún recoveco
de tu biografía
vive un dragón hambriento
que vigila mis sueños.
Supongo que, por eso,
todas mis alegrías
llevan la marca de tus dientes.
III
Me escondo...
Me defiendo...
Edifico murallas altaneras.
Pero, no sé de dónde,
siempre aparece
el griego
que sabe hacer caballos de madera.