Julia escribe versos. Cuando alguna mañana se sienta bajo las moreras del camping a escribir, la espalda contra un árbol, el bloc en las rodillas y esa mirada fija en ninguna parte, dirías que es un cuadro, una pintura perfecta que refleja una inocencia perfecta y también una perfecta nada.
De vez en cuando baja los ojos al papel en blanco, escribe un par de líneas o palabras, se coloca la falda o se pasa la mano por el pelo, que se recoge alto.
Puede pasarse toda la mañana en la misma postura. Los juegos de los niños, el ir y venir de gente a la piscina, al bar, a los lavabos, los coches que entran, salen, la música, el olor a comida.., nada es capaz de hacerle levantar la cabeza ni de distraerla un instante. Hasta las cuatro de la tarde. Entonces Julia se levanta, da un par de manotazos a su falda y sin hablar con nadie, entra en su caravana. Y de allí ya no sale hasta la noche. Y cuando sale es otra. Julia ya está borracha. Ahora lleva una falda cortísima y estrecha, una blusa que, con mucho trabajo, le sujeta un tirante, va descalza y lleva el pelo suelto. Tiene un pelo precioso largo hasta la cintura, liso y negro.
Camina algo insegura. Las mujeres la miran desdeñosas; los hombres se la comen con los ojos. Y es que Julia es muy guapa. Tanto, que cada noche, más de uno baja desde los dos o tres pueblos cercanos a tomar una copa al bar del camping, solo por verla. Por verla y por si acaso esa noche Julia lo elige para dormir con ella. Que todos saben lo que le pasa a Julia; que está sedienta y necesita mucho alcohol y mucho sexo.
6 comentarios:
¿Y qué camping es ese?
Sólo por curiosidad.
No pensarás que te lo voy a decir..!
Hay un café con leche y tarta de Santiago que podría enfadarse conmigo.
No sólo hay un café con leche y tarta de Santiago.
Por Dios...!
No me digas que también hay un té con leche y bizcochitos de almendras y pasas..!
y ami me lo dices?
Te lo diría Isma, pero no creo que encontraras a Julia ya. Eso pasó hace mucho.
:)
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